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BIZCOCHO DE YOGUR CON OLLA GM

Bizcocho de yogur con Olla GM, historia:


¿A que os parece mentira cocinar un bizcocho sin horno? ¿Y si además os dicen que ese bizcocho es absolutamente esponjoso y ocn un sabor delicioso? Seguro que os sorprende pero os puedo asegurar que todo es completamete cierto. Sólo necesitáis una de las mejores herramientas que hay actualmente en la cocina: la Olla GM.

Si no tenéis horno en casa, esta opción es sin duda la mejor porque este reloj de cocina programable os permitirá cocinar absolutamente cualquier plato, incluidos aquellos que se hacen con horno, gracias a un accesorio concreto.

Veréis que para esta receta vais a necesitar únicamente los ingredientes habituales que se usan para hacer cualquier bizcocho, pero podréis cocinarlo de la forma más sencilla y limpia que podáis imaginar. Adelante, os invito a probarlo.

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Vídeo paso a paso:


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Ingredientes


  • 3 huevos

  • Yogur natural

  • 80 gr. de aceite de oliva

  • 150 gr. de harina

  • 150 gr. de azúcar

  • 1 sobre de levadura en polvo



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Bizcocho de yogur con Olla GM, preparación:


  • Paso 1

    Ponemos en un bol los huevos con el azúcar y batimos a velocidad máxima hasta obtener una mezcla blanquecina que aumente considerablemente su tamaño.

  • Paso 2

    Añadimos el aceita y volvemos a batir a menor intensidad. Añadimos entonces el yogur.

  • Paso 3

    Seguimos batiendo y mientras tanto mezclamos la levadura con la harina y la vamos mezclando. Batimos de nuevo hasta obtener una mezcla homogénea.

  • Paso 4

    Tapamos la olla y cocinamos durante 30 minutos, a temperatura predeterminada en el programa POSTRES.

  • Paso 5

    Transcurrido ese tiempo, abrimos la tapa y colocamos el cabezal de horno y lo enchufamos. Ponemos el programa HORNO a 200 grados durante 10 minutos.

  • Paso 6

    Ponemos en una parte temperatura predeterminada y en otra 200 grados porque la olla sólo da calor por abajo y el cabezal por arriba. Así creamos el efecto horno. Lo dejaremos así durante 10 minutos y pinchamos el bizcocho para asegurarnos de que está bien hecho.

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